miércoles, 25 de mayo de 2011

... Y después qué



Ya han pasado las elecciones y conocemos los resultados. Todavía hoy(lunes) no sabemos quién va a gobernar Buñol. ¿Gobernarán los que han ganado, se unirán los votos de la izquierda en torno a IU y llegarán a un acuerdo de gobierno? ¿Si lo hacen, darán competencias al PP y tratarán de trabajar todos a una por Buñol o al revés? ¿Es la lista más votada con 7 concejales la que debe liderar el gobierno ó es la izquierda con la suma de 5+4+1= 10 concejales la que debe hacerlo? ¿Debe la izquierda tener en cuenta que Buñol parece que ha querido que gobierne el PP o debe interpretar que no es así puesto que en los 4 partidos de izquierda han sumado 3.697 votos frente a los 2.299 que han obtenido los contrarios políticos? ¿Cómo interpretamos el 18 % de abstención, los 145 votos en blanco y los 125 nulos? ¿Si se llegara a un pacto de izquierdas para gobernar cómo influiría en la opinión pública y en los electores para los próximos comicios? ¿Qué sería lo lógico ó lo más justo que gobierne la lista más votada o las mayorías con acuerdos entre los distintos y distantes partidos de izquierdas?
La legalidad democrática avala cualquiera de las opciones descritas anteriormente, por lo tanto, nada se podría reprochar dentro del sistema a las decisiones que tomen los partidos. El dilema surge cuando se ahonda en un análisis político de futuro y en el efecto moral, teniendo en cuenta que la izquierda lleva gobernando en Buñol desde las primeras elecciones democráticas y el resultado en la actualidad es el fraccionamiento en cuatro partidos y normalmente a la greña. En un pueblo esto no tiene sentido.
Creo que la izquierda y, especialmente ahora, con el maravilloso movimiento ciudadano del 15M tiene que hacer una gran reflexión para reinventarse, especialmente cuando se están abordando cuestiones que los a partidos no han sabido resolver: El sistema electoral, si los gobiernos son monigotes de la economía o la economía debería estar subordinada al bien común, si se aceptan las reglas del juego que al parecer es lo que llevan haciendo los partidos desde hace décadas y en todos los países o se dedican a gobernar y a ordenar el sistema financiero, la especulación y a regular los mercados para que no denigren los derechos humanos ni revienten el planeta, o sencillamente se irá todo a la mierda por la codicia y la inconsciencia del que siente que puede estar por encima del bien y  del mal.
El código moral, ético y político es sencillo, nada debería ser destructivo para las personas y la naturaleza, se puede progresar sin necesidad de perjudicar a la mayoría en beneficio de una minoría. La economía debe estar el servicio de los seres humanos y no al revés.
Como dice una querida y brillante amiga socialista: "Mi opinión es que el PP debe gobernar. Ha sido elegido por muchos, muchos votos y son votos emitidos desde la ilusión, ilusión por algo nuevo, brillante y de colorines que puede que sea un espejismo, pero que de momento ha creado ilusión en Buñol. No podemos ser nosotros los que la apaguemos de golpe. Nuestro sitio, de momento, está en la oposición, que es donde nos han puesto nuestros votantes de una forma absolutamente clara. A partir de ahora tenemos que trabajar con el resto de partidos de Izquierdas y demostrar que podemos tener un discurso común. Ahora tenemos que pactar con la Izquierda, con IAB y con Eu, pero para organizar una oposición conjunta, sin fisuras, clara y transparente y preparar el camino de entendimiento entre nosotros para el futuro. Un Gobierno tripartito de Izquierdas ahora mismo sería un camino de desencuentros y una nueva desilusión…"
He usado estas palabras porque creo que mejor dichas y con mayor credibilidad no serían las mías.
Añado que es tiempo de reflexión y análisis, son tiempos de cambios, Democracia Real Ya nos lo está demostrando, y aunque creo que no es exclusividad de la izquierda tomar buena nota de lo que está pasando si espero una mayor sensibilidad que en la derecha que históricamente siempre se ha apuntado a los carros tarde y en beneficio propio, como en el caso de los resultados de la elecciones que han dado un apoyo descomunal al PP siendo la mayor parte no una consecuencia de su trabajo y esfuerzo sino de las circunstancias económicas globales y de la adaptación de la izquierda al poder en su esfuerzo, a mi entender vano, de gestionar lo ingestionable. Y no hablo de Buñol.

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