miércoles, 13 de abril de 2011

De todos y para todos


"El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos... No sabe que el coste de la vida, el precio de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales."
Bertolt Brecht


Si les parece bien seguimos...
La participación ciudadana es fundamental en el sistema democrático y en todas las instituciones y especialmente necesaria en los Ayuntamientos, el partido o los partidos que no consigan o pretendan estructurar un consistorio que se llene de personas que impregnen de imaginación, creatividad, vitalidad, pluralidad e ilusión cada una de las concejalías y sus áreas de trabajo con la fuerza del trabajo cooperativo, se darán de bruces con otro ciclo de más de lo mismo.
Hace muchos años que la sociedad de Buñol se ha ido desvertebrando, se ha ido instalando en la institución local la política en su peor acepción, desde la tercera legislatura hasta hoy nuestros políticos solo se han puesto de acuerdo en una cosa, te doy si tu me das, el poder ha sido el fin, subordinando el consenso y el sentido común a la crispación, quizá por imitación política a nivel nacional, consiguiendo que el tiempo y las energías se pierdan en disputas personales y torpes en vez de en el análisis y la acción política coordinada. Las rencillas personales han ocupado el espacio del diálogo y de las ideas, el llegar al poder y gobernar de cualquier manera han borrado las hojas de ruta que hacen de un viaje un destino relativamente exitoso.
A día de hoy en la época tan desastrosa que nos está tocando vivir todavía hay algunos de nuestros representantes que no pactarían con otros de entrada, sin ni siquiera dialogar, como mínimo me parece irresponsable, porque diecisiete personas después de su horario laboral y unas cuentos acólitos políticos más no pueden hacer bien el trabajo que necesita nuestro municipio. Dejaremos la lista de necesidades de nuestro municipio para próximas entregas.
El aunar esfuerzos es el único camino para cambiar hasta el crecimiento, debemos pedirles que se reinventen con nuevos proyectos que consigan calar en la calle, debemos pedirles que nos demuestren a los votantes que la política vale la pena. Debemos pedirles que dejen las cuadrillicas de Pascua y se abran a nuevas ideas y personas que enriquezcan y revaloricen la política.

Se tiene que volver a recuperar el profundo respeto por el contrincante político, son precisamente las elecciones las que dan el mando a uno o a otros y si no lo dan claramente es obvio que la voz del pueblo grita consenso y pluralidad. Dejen su energía en la campaña electoral y después póngase de acuerdo y trabajen por su pueblo o ciudad, hay que debatir y discutir pero de forma constructiva. La generosidad es el valor esencial. En política, como en la vida, hay que ser generoso porque cuando das recibes siempre, es verdad que a veces te dan una hostia, esa sería la excepción.
Hay que decirles a nuestros líderes políticos que necesitan ayuda y que tienen derecho a pediría, que hay mucha más gente de la que piensan que sin cargo alguno y desde el anonimato estaría dispuesto a aportar los pocos o muchos conocimientos de los que disponen, pero para eso los políticos tienen que sincerarse ante sus debilidades y esos ciudadanos sentir la profunda consideración de aquellos que saben que todos necesitamos a los demás para vivir en sociedad, sobre todo en una sociedad en la que el respeto a la diversidad se convierta junto a unas estructuras participativas en el eje de la filosofía política.
No es tan difícil comprender que cuantas más personas implicadas hayan en cualquier proyecto la progresión hacia el acierto es geométrica. Se multiplica y multiplica... Cien ojos ven más que treinta y cuatro.

Para que todo esto ocurra se necesita convicción, creer de verdad en el trabajo cooperativo, tanto en los partidos como en el Ayuntamiento, pero sobre todo es prioritario que los partidos presenten un programa de gobierno que insista en un cambio en la organización del consistorio, una nueva forma de hacer política entre todos y deje de ser una lista predecible de obras, edificios, calles, proyectos culturales, fiestas requeterrepetidas, parques y zonas verdes desiertas y sucias, noches de hastío y huida, bares y restaurantes vacíos excepto el sábado por la noche... Y todo porque olvidamos lo más importante: Llenar de ganas los edificios, parques, calles, instituciones, fiestas, teatros, recitales, mercadillos... Y las ganas solo pueden venir de las personas, nosotros somos los que podemos cambiar y llenar de vida, solo nosotros, todos nosotros.
Esto, creo yo, tienen que aprender a impulsarlo y a organizarlo nuestros políticos.




CopiedImage.png

No hay comentarios:

Publicar un comentario