domingo, 14 de agosto de 2011

Buñol se Vive



Vivir, acaso exista un concepto más complejo y la vez más simple. Nacer, vivir y morir.
Ortega y Gasset en un libro que recomiendo efusivamente titulado "Meditaciones sobre la Técnica" dice: El ser humano es el único animal que hace de lo contingente lo necesario. Sin duda lo necesario es todo aquello sin lo que sencillamente nos moriríamos(beber, comer...) y lo contingente a la par que necesario todo aquello que para cada uno da sentido a su vida(el arte, la técnica, la belleza, las emociones, los deseos...).
En una economía de mercado lo necesario es consumir, las necesidades y lo "contingente" hacen el resto. Se encargan de que la tendencia sea a comprar, no tendría nada de malo si verdaderamente fuésemos conscientes del precio que pagamos por ciertas tendencias absolutamente innecesarias en ambos sentidos.
Las personas necesitamos alimentar de una forma sana ambas, probablemente una de  las cuestiones más difíciles de la vida, armonizar todo ese mundo emocional que mueve los hilos casi convirtiéndonos, en muchas ocasiones, en marionetas.
Considero pues de suma importancia que en lo social y desde las instituciones se tengan en cuenta las necesidades del cuerpo y las necesidades de la mente(alma). No es sinónimo de sociedad feliz aquella que tiene más dinero sino aquella que sabe adecuar sus recursos al bienestar de las personas. En países con el mayor bienestar económico y social es justamente en el que se dan el mayor porcentaje de suicidios(Suecia, Noruega...). Seguramente porque algunas prioridades y necesidades se perdieron por el camino.
Es probable que a algunas personas lo que voy a decir les suene utópico incluso poco pragmático, pero la realidad, bajo mi punto de vista, es que dedicarse a construir una sociedad suficientemente feliz es ocuparse de que los individuos tengan todas sus necesidades esenciales cubiertas.
Plantearse cambiar el mundo es una falacia, aunque intuyo que no imposible, de lo que sí estoy seguro es de que se puede transmitir en pequeñas sociedades como nuestro pueblo una mirada más limpia, más amplia, con más perspectiva, seguramente aportando cada uno su granito de arena desde una filosofía de vida común, participando hasta el protagonismo en todas las necesidades que conforman un carácter, un individuo delante de lo potencial, de varios y diversos caminos donde elegir y experimentar. Personas sin determinismos sociales y psicológicos, capaces de entender que la vida se construye día día en cada paso y que nadie debería permitirse mirar el mapa sin vivir sus montes, sus sendas, sus aguas, sus cielos, sus luces, sus amores... y sobre todo compartirlos con otros caminantes. La vida es un río, su corriente te arrastra, te puedes dejar llevar.... pero sabiendo que te estás perdiendo cada orilla, cada isla, remar a contracorriente, de lado, saltar una cascada, subir a un árbol, nadar en un pequeño lago de aguas tranquilas, sentarte bajo el sol y ver pasar las embarcaciones, encender fuegos donde encontrarse con otros para calentarse... e infinidad de experiencias más, y sin duda, algunas malas y peores, mejor no dejar que el miedo destruya los permisos para usar la libertad.
Cuando hace unos meses decidí volver a vivir en Buñol me propuse intentar crear una fundación que se ocupara de transmitir, mostrar y demostrar lo valioso de estos valores. Una pequeña institución que por su menor tamaño pudiera adentrarse en cuestiones de mayor calado y con una filosofía clara y potente. Clara porque su misión sería únicamente el bienestar de las personas y potente porque contaría con el apoyo de un pueblo hondo en su historia y con la mente abierta y con una tradición  asociacionista centenaria.
El proyecto de Fundación Buñol se Vive quiere conseguir recursos de personas, empresas, instituciones, profesionales, científicos, pensadores que deseen convertir sueños en realidades, que quieran que Buñol se convierta en un ejemplo de pueblo del siglo XXI, un lugar donde lo humano predomine sobre todos los demás intereses y provocar un cambio que consiga llenar de vida las calles de nuestro pueblo, el propósito sería generar una nueva actitud en las instituciones, asociaciones e individuos... cuyo único fin sea el bienestar de las personas, entendido como una actitud y una filosofía de vida que de respuesta a lo necesario y a lo "contingente".
Suena la música, se huele a tierra, amanece en los montes, los bares y las calles despiertan, las huertas se huelen, las tiendas abren sus puertas, sorbos de café, el agua se mueve, lloros, risas, palabras, todo se despierta... laten más de diez mil corazones.
El grupo Buñol se Vive en Facebook tiene en este instante 1303 miembros y casi mil publicaciones, espero que en un tiempo prudencial podamos hacer de este sueño, entre todos, una realidad viva, muy viva.
www.bunolsevive.com

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