martes, 2 de agosto de 2011

El verdadero Cambio 1


La política es apasionante. Como la vida misma. El problema es, tanto en la vida como en la política, la ceguera inconsciente. Las mentiras contadas a nuestro propio oído: “ Todo lo que hago- diría un político cualquiera- es para el bien de los demás. Me temo un olvido imperdonable, el propio interés. Sería maravilloso escuchar alguna vez la verdad, el motivo real por el que se toman las decisiones. Seguramente entonces, la clase política, tendría una mejor imagen. Y como siempre no pagarían políticos por pecadores.
Me viene a la cabeza una historia leída en un libro de Jorge Bucay cuyo título no recuerdo y que interpreto, me servirá para explicar lo que considero un buen político, y quizá también, una “buena “ persona, si se puede utilizar este adjetivo, en este caso con propiedad.
La historia venía a cuento de explicar la diferencia entre el amor propio(sana actitud) , el egoísmo y la incapacidad para defender el propio interés: Dos individuos están accidentalmente en la montaña a temperatura bajo cero. Muertos de frío caminan buscando cobijo. De pronto, cerca del camino, vislumbran un abrigo colgado de la rama de un árbol. Los dos se miran y no dan crédito. Un abrigo para uno de los dos. ¡Y los dos son políticos!. Uno de ellos, el de derechas, basándose en su formación religiosa , piensa: se lo debería dar a él, pero si se lo doy me moriré de frío. El otro, el de izquierdas, basándose en sus ideas solidarias, piensa: Se lo debería dar a él, pero si se lo doy me moriré de frío. Los dos, en verdad, querían con todas sus fuerzas aquel abrigo. Gran dilema.
Entonces, se oye un ruido proveniente del monte, y de entre las ramas aparece un ciudadano, tampoco quería morirse de frío en la tormenta y les dice: Tranquilos amigos el abrigo es mío, les vi desde aquí arriba subir por el camino, me puse a hacer leña y aquí atrás he encendido un fuego para que los tres pudiéramos calentarnos.
En el libro dice que hay quién no pensando en sus intereses le cedería el abrigo al otro y moriría de frío. También dice que hay quién diría lo vi primero y dejaría morirse de frío al otro. Y hay quién piensa que se pueden y se deben defender lo propios intereses sin perjudicar a nadie. Para mí, este y solo este, es el cambio político necesario. Aquel o aquellos que utilizaran esta filosofía como base de su discurso y de su acción, sin duda, tendrían mi voto.
Política: (7) Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados. (8) Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, o con su voto, o de cualquier otro modo. (10)  Cortesía y buen modo de portarse.

Tendrían que enseñarnos en la familia y en las escuelas a ser ciudadanos corteses y a los políticos a ser artistas. Porque la política es un arte. ¿No es pues curioso los poquísimos artistas que son políticos?

El verdadero cambio está, todavía y sin duda, por llegar.

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